Te explicamos cómo arreglar una cerradura que no abre, un problema que, seguramente, te habrás encontrado en más de una ocasión. También te explicamos cómo puedes llevar un mantenimiento mínimo y sencillo para que esto no te ocurra.
Cómo abrir una cerradura atascada
Si tienes que abrir cerradura atascada, puedes intentar una solución sencilla que consiste en engrasar para ver si así se limpia el óxido que impide que gire la cerradura. Si el problema persiste y no logras desatascarla, lo aconsejable es llamar a un profesional que, en poco tiempo y sin gastar mucho, te solucionará el problema. Así evitarás males mayores como romper la cerradura o dañar la puerta.
Si el atasco no parece muy complicado, puedes intentar los dos siguientes remedios que te explicamos a continuación:
- Utiliza espray de grafito para lubricar la cerradura: el spray de grafito es un lubricante seco de color gris que se utiliza para lubricar cerraduras, bisagras y otros elementos mecánicos. Tiene un dispositivo de aplicación que introduciremos en la cerradura, por la entrada de la llave. Lo dejamos actuar unos minutos hasta que notemos que gira con suavidad. Todo ello sin forzar, ya que si no podemos partir la cerradura o la llave y el problema se agravaría.
- Otros remedios caseros: si no tenemos spray de grafito, podemos probar con una mina de lápiz, que contiene grafito. La frotamos sobre la llave, intentando que se adhiera a ella la mayor cantidad de polvo posible. Con la llave así embadurnada, la introduciremos en la entrada de la cerradura y la moveremos con suavidad en ambos sentidos, intentando que el polvo impregne la mayor parte de elementos móviles posibles. Si no tenemos un lápiz a mano, podemos utilizar parafina, que es un producto que podemos adquirir en ferreterías. Metemos la llave en agua caliente y después la empapamos en parafina, que actuará de lubricante. Con la llave engrasada la introducimos en la cerradura y la giramos para que lubrique el bombín de la cerradura por dentro.
Mantenimiento para evitar cerraduras atascadas u oxidadas
Las cerraduras están compuestas por muchas piezas metálicas móviles. Esto supone un desgaste por la fricción de los metales y por la exposición al aire y al agua, que termina oxidándolos. Para evitar que las cerraduras se atasquen y nos dejen encerrados, es muy recomendable llevar a cabo tareas de mantenimiento preventivo (solucionar el problema antes de que ocurra). Dentro de esas tareas de mantenimiento preventivo, tenemos dos tipos. La primera sería un mantenimiento en profundidad, desmontando la cerradura, mientras que la segunda sería un mantenimiento rutinario y sencillo, en el que tenemos que hacer muy poco.
Para engrasar cerradura en profundidad, es necesario abrir y desmontar el cajetín de la cerradura. Con un pincel engrasado en un tipo de lubricante adecuado que no deje restos que puedan adherirse, iremos lubricando todos los componentes de la cerradura, para asegurar así su movilidad.
La otra alternativa es aplicar grafito para cerraduras. Esto es mucho más sencillo, ya que solo tenemos que introducir el aplicador que trae este spray en la cerradura. De esta forma conseguiremos lubricar la cerradura por dentro, previniendo su oxidación y asegurando la movilidad de sus diferentes piezas metálicas.
Insistimos, si no sabes cómo arreglar una cerradura que no abre, lo aconsejable es llamar a un especialista. Pero antes de que esto ocurra, sabes que tienes remedios fáciles de aplicar para mantener la cerradura bien lubricada, lo que te ayudará a conservar en buen estado la cerradura. Puedes contar con los servicios profesionales de cerrajeros madrid group.